En agosto de 2015, la inundación sufrida en Mercedes por las fuertes lluvias y la crecida del Río Luján, la tuvo bajo un metro y medio de agua durante diez días. La familia Di Catarina-Pozzi no sabía qué pasaría con La Pulpería de Cacho, la misma que comenzaron administrar, tras la muerte de Cacho Di Catarina el 26 de junio de 2009.
A poco menos de dos años de aquella inundación y a ocho años del fallecimiento de quien fuera “el último pulpero”, Aida, la hermana de Cacho, junto a su marido Oscar Pozzi y a sus hijas, en junio de 2017 volvieron a abrir las puertas de La Pulpería. Ahí, en Avenida 29 y el río Luján. Ahí donde la historia mercedina se hace presente en cada rincón.
De la reinauguración participaron amigos, autoridades y medios de comunicación, donde se descubrió una placa resaltando al establecimiento como patrimonio histórico y cultural. “Parece realmente mentira que hoy estemos disfrutando de nuestra querida Pulpería. Les he mostrado las fotos de cómo quedó después de la última inundación. Cuando entramos aquí después de esa inundación de agosto de 2015, un metro y medio de agua, diez días para que se vaya el agua. Cuando bajó, esto parecía que había pasado un terremoto. No sé cómo, pero el impulso de la familia, las ganas de llevarla adelante, y porque siempre nos está mirando Cacho, que nos dejó un legado. Tratamos de cumplirlo”, destacó Pozzi, marido de Aida Di Catarina, que comenzó a agradecer uno por uno, muchos de ellos empresas locales, a quienes colaboraron con la restauración de La Pulpería.
La Pulpería de Cacho abre sus puertas los días jueves, viernes, sábados y domingos, de 10:30 a 19:30 horas, con el fin de que mercedinos y turistas puedan disfrutar de la historia argentina y mercedina en un espacio que tiene más de cien años y que ahora es Patrimonio Histórico Cultural no sólo de la ciudad, sino de la provincia de Buenos Aires.